Un amor duradero (2017): La telenovela filipina regresa
Ahora, inesperadamente, ha vuelto a emitir una novela filipina con el título en español Un amor duradero (A love to last).
Por lo visto en el primer capítulo, tenemos una historia práctica: un padre de familia, cuya esposa le pide el divorcio cuando la busca y una novia que descubre a su pareja engañándola.
El primer capítulo es presentación de personajes. No enamora a los protagonistas en el primer choque (aunque hay sus miraditas típicas). Y pone en situación al final.
Los guionistas tuvieron cierto despertis para que el primer encuentro sea algo típico, pero sin ser tan cliché. Aunque no tuvieron la misma suerte a la hora de destapar la infidelidad y usaron un recurso demasiado casual. Y lo peor es que en todas estas escenas se notó los cortes.
Igual puedo mencionar su falta de atrevimiento a la hora de crear la estructura de la historia. ¿Por qué tiene que ser la mujer la engañada? Aunque, en la otra orilla, vemos a una mujer que pide el divorcio -y parece que le importa poco los hijos-, por lo que suponemos que cuidar al padre es un pretexto y en verdad ha dejado de amar al marido.
Siguiendo con los roles, él es un empresario en ascenso, mientras que ella tiene una profesión moderna y femenina (decoradora de eventos), pero que hemos visto como sale de apuros con inteligencia en la escena que rompe la monotonía visual.
En cuanto detalles tontos, la protagonista utiliza lentes, pero no me queda claro si es cuestión de estética o si en verdad los necesita. Y cada vez que ponchan al medio hermano, sus miradas son medias sospechosas.
Vuelvo a insistir en que no es un primer capítulo efectista que enganche por todo lo que pasa (que es poco o nada), pero da información sobre el pasado de la protagonista y el tema familiar con el padre. Y vincula ese hecho como background de la novela. Conocemos a los hijos del protagonista con el típico caso del adolescente en edad de la punzada.
En el adelanto del capítulo siguiente vemos la decisión firme de la protagonista ante la infidelidad. Así como la negativa del divorcio por parte del otro protagonista. No sabemos si mientras ambos solucionan sus vidas se irán enamorando o cuanto se irá dilatando la historia de amor y que tan "duradero" será.
Finalmente, si el público quiere descansar un rato de las tres horas seguidas de La rosa de Guadalupe ahora rebautizada como La rosa de los milagros o no complicarse con los nombres de los personajes de las novelas turcas, aquí hay una opción a seguir.
Al final, termina de convencerme que la TV filipina busca ganarse al público contando historias lineales que se dejan caer por su propio peso, sin tanto aspaviento y gasto de producción. Pero reconociendo el tiempo en el que estamos con personajes palpables y citadinos.
Están pensadas para ocupar un horario fijo y verse por la televisión. Son ficciones con temas universales. "Enlatados", para mejor descripción.
Así que la novela filipina regresa. La pregunta es, ¿por cuánto tiempo? Solo Panamericana lo sabe.
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