Jesús Clerico: Crítica a Amor Dividido (2022) de Televisa
Ya es cansino hablar de lo repetitivo que resultan los elencos de las telenovelas mexicanas. Pero cuál es la queja, si siempre han sido así.
La "nueva" producción de Angelli Nesma es, siendo generosos, una mediocridad absoluta que comienza desde la primera toma aérea con dron y termina con una reacción actoral de Gabriel Soto del curso básico de "Llorar frente a cámara".
El galán mexicano va rumbo a "trabajo porque me pagan" y porque contratan a mi novia.
Andres Palacios es el "otro galán" que daría lo que fuera porque no hubiera salido de esa escena "heroica" donde se mete al fuego.
Mientras que Eva Cedeño tuvo suerte en una novela. ¡Listo!
Hay pequeños detalles que no encajan muy bien o que lo están a punta de empujones como el hecho de que Gabriel y su novia, o sea, los personajes que en la vida real son novios y en la ficción esposos (¿?) hablan en inglés cuando perfectamente pueden hacerlo en español desde la primera escena y ahorrarnos el trabajo de leer la traducción.
Tenemos un incendio forestal sin razón alguna. Quizás cayó un meteorito. Igual, ¿eso importa?
Esto es un remake de una novela colombiana. No sé ni me importa averiguar que tan mexicanizada está, pero el hecho es que le metieron dos gotitas de las novelas de Telemundo. Esas que te hablan de la migración y que te hacen cruzar la frontera en busca del "american dream". Mientras escuchas acentos variados y personajes random de cualquier narconovela colombiana.
Ha pasado un tiempo para que Angelli Nesma vuelva a producir una telenovela para Televisa. Creo que va a pasar otro tiempo más para que lo siga haciendo.
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